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sábado, 14 de junio de 2014

La fiesta del Gran Poder en clave de globalización

Una morenada interminable determina, estos días, el paisaje sonoro del barrio de Chijini. Faltan horas para que las bandas salgan de los locales de ensayo y tomen las calles, y para que los devotos se vistan de luces y bailen por el Tata en la fiesta mayor de los Andes.
"No pues, compadre, me ha dicho que venga hoy, no me puede fallar”. Con acento peruano y chileno, Juan Quisbert reclama las joyas que ha encargado expresamente para bailar este sábado. "Me he hecho hacer el pisacorbatas, la cadena y el anillo”, cuenta y muestra en una hoja de cuaderno escolar el esbozo de su diseño: la imagen del santo y a sus pies... ¿qué hay a sus pies?
"Es el satélite Túpac Katari, nuestro orgullo como bolivianos. Al año voy a añadir el teleférico”, explica Juan -44 años, corte punk y chispas de oro en los dientes- Acaba de llegar de Arica (Chile), donde reside hace 22 años y sólo vino para bailar en la fiesta del Gran Poder.
"Yo soy muy devoto, por eso tengo una filial de mi fraternidad Los Intocables en Arica. Somos bolivianos, hijos de bolivianos y chilenos los que bailamos allá el 6 de agosto. Estamos transnacionalizando al Gran Poder”, dice el comerciante.
Sandro y Che en el baile
No es casual que Quisbert baile en la morenada Los Intocables, reconocida renovadora de la fiesta. "A fines de los 90, esta fraternidad posicionó este traje estilo Dick Tracy de los años 30, con impermeable y metralleta: eran los más fashion”, recuerda el sociólogo David Mendoza, especialista en las fiestas populares del país.
Aunque audaz, la innovación de Los Intocables no fue ni la única ni la primera. Antes del 74, cuando la fiesta no había rebasado los límites de Chijini, los jóvenes de la kullawada Los extraños del pelo largo escandalizaron bailando para el Tata sin antifaces, con largas melenas y atuendos "nuevaoleros”; además incorporaron los íconos de los cantantes de moda Sandro, Camilo Sesto y también el de los guerrilleros uruguayos los Montoneros.
"El año 1971 hicimos conocer nuestro primer cuestionamiento a la cultura y folklore por entonces practicados. Rompimos esos esquemas arcaicos con la consigna de: ‘Amenaza elegante en el Gran Poder extraños’, junto a la internacional Marisma Mundial”, cuenta Mario Calizaya, fundador de la fraternidad.
Pero inconformes al fin, Los extraños del pelo largo se dividieron y así nació, en plena dictadura banzerista, la kullawada Los Rebeldes, Este grupo fue el germen de la morenada que, años después, adoptó el nombre y el ícono del guerrillero Ernesto Che Guevara.
"Ésta no es cualquier morenada. Nosotros queremos romper con el sistema”. La universitaria Laura Ramos baila de cholita en la fraternidad Los Rebeldes desde hace tres años y está orgullosa. "¿Quién más canta ‘hasta siempre comandante’ en la tropa?”, cuestiona mientras espera su nuevo traje en una tienda de la calle Los Andes. "Me ha ofrecido bailar de figura pero no quiero, yo bailo de chola porque mi abuela era chola”, dice la rebelde.
"Las identidades no son fijas, están en constante evolución, saltan de una a otra. Nuevos códigos se van incorporando a través de un reprocesamiento social de identidad que busca la diferenciación -explica el sociólogo-. Y no hay otra que conectarse con lo global, ese sistema mundo de consumos culturales que llegan de afuera: lenguajes, colores y modas”.
Las cholas "de fantasía”


En la tienda de su modista, Cinthia Huarachi se prueba su traje de luces de figura de morenada Rosas Viacha. Tiene 20 años, estudia Administración de Empresas en la UMSA y no está conforme con los detalles: "¿No puedes bajarle el escote?”, le pide a la costurera mientras mira en el espejo su imagen envuelta en pollerita y corsé morados con brillos de plata.
Han tenido que pasar años para que el traje de China Morena sea lo que hoy es. Todo nace en la ritualidad andina, donde es bien visto que los hombres heterosexuales asuman roles femeninos en el baile, aunque con máscaras y discretos atuendos. La gran revolución llegó, sin embargo, en los 70 con un grupo de avanzada de transexuales que hicieron del personaje su punta de lanza para su discurso de género e identidad sexual.
"No eran las mujeres las que bailaban ni había este personaje de la China Morena como se la conoce ahora, como un personaje muy sexy, con minifaldas bordadas y canelones”, explica David Aruquipa, también conocido como Danna Galán, en el libro La China Morena: Memoria Histórica Travesti.
Barbarela, Ofelia, Lucha y otros travestis, en los años 70, crearon al personaje con trajes inspirados en las vedetes internacionales de la época: Susana Jiménez, Moría Casan, en Argentina, y María Félix, en México, como emblema fundador. Las faldas se achicaron y los escotes se agrandaron, se añadieron botas de cancán y la China Morena, interpretada por mujeres, empezó a erotizar la fiesta.
Elementos foráneos tienen también la chola antigua que hace pocos años baila en las morenadas. "Hoy se ven esas cholas fashion, cholas de seda, como les digo, con mankanchas de fantasía hechas con telas de China o Corea. Algunas usan corsé, aunque este año esté prohibido y se están destapando. Estamos en un mundo de elementos externos y locales que se intercambian y ahí ellas se sienten cómodas”, explica Mendoza, devoto del Gran Poder.

Pasó lo mismo, años atrás, con la saya y el caporal que incoporaron en su atuendo a las guarachas. "Ésas no son afroyungueñas, vienen con una idea del mundo negro difundida a través del cha cha chá. Es un imaginario externo que se incorporó a los imaginarios nacionales y se folklorizó”. El sociólogo recuerda ahora las películas centroamericanas, las de Cantinflas, en las que conocimos las guarachas.
Los nuevos lenguajes
Las invitaciones para las recepciones del Gran Poder, que empiezan meses antes de la Entrada, se han convertido también en un elemento globalizado. Cada vez más grandes, más coloridas, más barrocas, estos partes de cartulinas impresas -en los 60- se han convertido en objetos multimedia.
"La invitación de las Rosas (Viacha) era enorme, tenía un CD con las canciones de este año y un DVD con todas las actividades. Dicen que las han impreso en China y que al año van a tener flash memory”, cuenta Citnhia. Aún no está conforme con su traje.

Hecha de retazos de tradición y de modernidad, la fiesta del Gran Poder es un enorme laboratorio cultural. "Al Tata, al final, sólo le importa la fe”, dice ahora Juan Quisbert con sus joyas del santo con satélite entre las manos. A lo lejos, una morenada eterna diseña el paisaje sonoro de Chijini.

Ocho kilómetros de baile en la ciudad
Grupos 19 grupos de morenadas, siete de danzas autóctonas y 30 de danzas livianas, estarán acompañadas por 5.000 músicos durante las 17 horas que durará hoy la entrada folklórica.
Recorrido La morenada Illimani encabezará el recorrido de ocho kilómetros junto a la comitiva oficial que partirá a las 7:00 desde la plaza Garita de Lima rumbo al centro paceño.

Punto de vista
David Mendoza, sociólogo y estudioso de la cultura
"Hay novedades que quedan sólo como una moda”
La globalización trae influencias externas que tienen que ver con el capitalismo y también con las culturas transnacionales. Estos elementos están relacionados con los fenómenos locales y crean una identidad que se constituye a través de reconfiguraciones y reposicionamientos constantes.
Para el sociólogo Germán Huaywa, los nuevos códigos se han incorporado de realidades externas a través de un reprocesamiento social de identidad con discursos ideológicos y simbólicos que buscan la distinción en relación al conjunto de los grupos sociales. Así, las fraternidades del la fiesta de Jesús del Gran Poder permanentemente van incorporando otros elementos.
En algunos casos puede ser que algunas innovaciones sean impactantes y tengan vigencia a largo plazo; en otros, pueden ser momentáneas, una moda y se vuelva a la identidad local. En este panorama están los del otro lado, los conservadores; por ejemplo, la morenada Señorial Illimani que mantiene símbolos nacionales: la whipala, la cruz andina. Tiene el ícono del Illimani y no el de Dick Tracy como Los Intocables.
Otro aspecto importante es que las fraternidades se han transnacionalizado. Por ejemplo, Los Fanáticos tienen filiales nacionales que se manejan de manera empresarial en Santa Cruz, Oruro, Potosí, Sucre, Tarija y también están en Argentina, Brasil, España, en Perú... Es decir si yo soy de Los Fanáticos, mi membresía viaja en varios lugares.
Pasa lo mismo con las morenadas Los Intocables, Illimani o Rosas de Viacha que tienen fraternos que han migrado y vienen a bailar y ellos mismos llevan las morenadas a otros países. Es una forma de transnacionalizar y exportar nuestra cultura con una lógica de marketing globalizada.

Los Fanáticos incoporaron el impermeable de detective; Los extraños del pelo largo la imagen de Sandro y Los Rebeldes, el ícono del "Che”.
David Mendoza, sociólogo

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