Ayer se recordó los 12 años de la partida del conocido folclorista Lucio Chuquimia Aguirre, el hombre que cambió la historia de la Fiesta del Gran Poder.
Luego de haberse entregado con fe, devoción y gran pasión a la actividad folclórica a lo largo de casi 30 años, Chuquimia murió el 10 de enero del 2003 en la ciudad de La Paz.
“Don Lucio”, como cariñosamente le decían sus amigos y hermanos folcloristas, luego de crear la fraternidad “X” del Gran Poder en enero de 1974, fundó en mayo de ese mismo año, junto a Luis Calderón López, la Asociación de Conjuntos Folclóricos del Gran Poder, institución que hizo posible que la tradicional manifestación cultural alcance ribetes de magnificencia y tenga una gran promoción a través de los medios de comunicación.
En 1975, Chuquimia pasó a la historia porque logró que la entrada del Gran Poder, que antes se realizaba sólo en la zona de Chijini, irrumpa con fuerza en el centro de la sede de Gobierno, lo que significó para miles de bailarines la “toma simbólica” del “corazón” de la capital paceña y la ansiada conquista en la integración de aymaras y mestizos.
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Para la artista orureña Zulma Yugar, “gracias al aporte de Lucio Chuquimia, hoy los bolivianos, y de manera especial los paceños, tenemos la posibilidad de mostrar al mundo entero lo que es la fantástica entrada del Gran Poder. Por eso considero que don Lucio fue, es y será una de las más grandes personalidades del folclore nacional”.
Enriqueta Ulloa, la gran cantante tarijeña, también destacó que “cada uno de los bolivianos debemos aprender un poquito de la encomiable labor que realizó don Lucio Chuquimia Aguirre en la defensa intransigente de nuestro patrimonio cultural. Trabajar a lo largo de más de 25 años en difundir, rescatar, fomentar, proteger y defender el folclore nacional merece nuestro eterno reconocimiento para el gran impulsor de la Festividad del Gran Poder”.
Finalmente, el conocido historiador Fernando Cajías de la Vega subrayó que la gran victoria de Chuquimia fue lograr que el Gran Poder deje de ser una fiesta barrial para convertirse en la fiesta de toda una ciudad. “Llegar al paseo El Prado, en ese momento, fue un gran triunfo y don Lucio tuvo el gran mérito de que El Prado también sea centro de una de las grandes fiestas de nuestro folclore”, dijo.
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